Ya conocimos los resultados de las células 2023 y la proyección de su trabajo para el año en curso. Desde la presente edición, repasaremos sus acciones de forma particular, y comenzamos con la célula de Industrialización, a cargo de Marianne Hoffmann, Subgerente de Desarrollo y Nuevos Negocios.

2023 fue un año clave para la célula de Industrialización de Aitue, uno de los equipos de trabajo conformados en el marco del llamado a construir procesos innovadores con impacto. Su líder, Marianne Hoffmann, Subgerente de Desarrollo y Nuevos Negocios, explica que “el trabajo a través de la célula nos enseñó a abordar los problemas de manera sistemática, obligándonos a incorporar diferentes perspectivas en su resolución”.

“Sin duda, el mayor aprendizaje es la necesidad de revisar constantemente nuestros procesos e incorporar metodologías que nos ayuden a mantenernos en un estado continuo de mejora y ‘entrenamiento’ en la solución de problemas”, afirma.

Entre otros asuntos, la célula de Industrialización analizó una diversidad de nuevos materiales constructivos, central para el desarrollo de proyectos innovadores. “La conclusión es que cada sistema constructivo tiene sus ventajas, desventajas y, por supuesto, sus precios. Sin embargo, observamos que el precio no solo se ve afectado por los materiales o los factores físicos que componen cada sistema constructivo, sino también por la resistencia al cambio. Incorporar nuevas tecnologías influye en nuestra forma de trabajar, ya que, al ser algo nuevo, a menudo representa un riesgo que, en última instancia, se refleja en el precio”.

Shaft: oportunidad de optimización

A la hora de destacar acciones concretas que demuestran las oportunidades generadas por la apuesta por la innovación, Hoffmann menciona el trabajo particular con los shaft contenidos en cada uno de los proyectos.

“Los shafts son elementos verticales y horizontales que concentran los ductos que prestan servicios a un edificio. Esconden sus ‘venas’. En general, representan un problema porque nadie los quiere. Para el arquitecto, son una carga porque quitan espacio; para el constructor, son un problema porque a veces su instalación se desincroniza con la programación y pueden presentar diversos contratiempos relacionados con la humedad, la resistencia al fuego y la acústica”, describe.

“Con el input de Carolina, que desde el desarrollo de proyectos debe lidiar con estos conflictos, y en conjunto con Javier, Félix y Mauricio, iniciamos el proyecto con el objetivo de industrializar algunas piezas, pero descubrimos que los problemas eran demasiado amplios. Finalmente, abordamos aspectos más formales, que tienen que ver con la estandarización, pero que posiblemente en una segunda etapa nos lleven a tener la opción de industrializar. Nos hemos dado cuenta en más de una ocasión de que sin estandarizar, no podemos industrializar”, concluye la profesional.

Sobre el momento actual de las tareas vinculadas a los shafts, la Subgerente de Desarrollo y Nuevos Negocios comenta que “nos encontramos ahora en la etapa final de la célula de industrialización de shafts, donde hemos definido que el objetivo es establecer un marco de parámetros de diseño y construcción que nos permita minimizar los problemas mencionados anteriormente. Estamos revisando maquetas para establecer parámetros de diseño, así como la definición de elementos de anclaje, aislamiento y otros componentes”.

“Este trabajo nos ayudará a estandarizar y, por supuesto, contribuirá a que nuestros proyectos se distingan cada vez más como proyectos Aitue. Creemos que todo lo que apunte a mejorar problemas constructivos, corrija fallas o ayude a evitar una posible postventa, sin duda agrega valor”, puntualiza.